A fines del año pasado disfruté de una increíble experiencia en El Estrecho (Amazonas de Perú en el Río Putumayo, frontera con Colombia) visitando una escuela con la iniciativa Aula Móvil de Fundación Telefónica para la campaña #CaseForChange de la GSMA. Abajo pueden ver el video de Misias pero viajeras y aquí un artículo en inglés donde resumo toda la experiencia.
Este año comencé la especialización en Derecho y Economía del Cambio Climático de FLACSO Argentina y hace algunos años vengo trabajando desde la GSMA en desechos electrónicos y el aporte de la industria móvil a la protección del medio ambiente. Este artículo es un trabajo para FLACSO que une ambos temas y espero les interese :)
La basura electrónica es el tipo de desecho que más crece en el mundo, con lo cual es necesario desarrollar sistemas de reciclaje apropiados para bajar la inmensa demanda de metales que los aparatos requieren y el alto consumo energético que la industria minera genera. Aprovechar la oportunidad de negocio de recuperar los metales en los equipos será la clave para garantizar una producción sostenible de la industria.
Hay más personas en el mundo con acceso a un celular que a un cepillo de dientes o a un inodoro. Por más que suene absurdo, eso aseguró la Organización Mundial de la Salud, y si ampliamos ese dato a otros aparatos electrónicos como computadoras de escritorio, laptops, heladeras, impresoras, aires acondicionados, televisores, entre muchos otros equipos, los números aumentan aún más.
Los dispositivos electrónicos revolucionaron la vida de las personas y la economía del mundo con mejoras productivas, avances de conectividad inmensos, y soluciones nunca antes previstas. Se los puede ver como protagonistas en nuestras casas, hospitales, oficinas, sistemas de transporte y redes de comunicación. Pero su impacto socio-económico no es sólo positivo: los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) son el tipo de desecho de más rápido crecimiento a nivel global.
Los avances en la producción de equipos electrónicos de las últimas décadas, por parte de los fabricantes (con las empresas Chinas a la cabeza), han significado un gran aumento en escala y una baja en los costes hasta niveles nunca antes vistos, permitiendo que miles de millones de personas accedan a los distintos aparatos (sobre todo por parte de las nuevas clases medias de los países en desarrollo). Pero esta expansión masiva de venta y uso de dispositivos electrónicos de todos los tamaños y colores, trae un gran desafío a la hora de gestionar sus desechos; con aparatos que suelen tener una vida útil corta y que contienen materiales peligrosos, pero también muy valiosos.
Según datos de la Universidad de Naciones Unidas, en 2014 se generaron casi 42 millones de toneladas métricas de basura electrónica, de las cuales apenas 3,9 millones pertenecieron a América Latina. Este dato es el peso total de los RAEE que fueron desechados antes que se realice cualquier actividad luego del descarte, como pueden ser la recolección, reutilización o el reciclado. Esto significa que, en promedio, cada persona del planeta está desechando unos 5.6 kilos de basura electrónica por año y cada argentino casi 7 kilos anuales, por encima de la media global. Cuando nos enfocamos en Latinoamérica y comparamos los datos de 2009 con la proyección de 2018, se espera que haya una tasa de crecimiento de los RAEE del 70%.
La semana pasada lanzamos con la GSMA el nuevo reporte “eWaste en América Latina: Análisis estadístico y recomendaciones de política pública” desarrollado por la Universidad de Naciones Unidas (UNU).
El estudio significó varios meses de trabajo con Federico Magalini, Ruediger Kuehr y el equipo Institute for the Advanced Study of Sustainability de UNU de los cuales realmente aprendí muchísimo :)
Desde GSMA Latin America, comencé a trabajar en la cuestión desechos electrónicos a mediados de 2013 cuando cree el Task Force de Sostenibilidad y Responsabilidad Social, hoy compuesto por más de 130 ejecutivos de operadores móviles regionales trabajando en esas áreas. En Mayo de 2014, lanzamos el primer reporte sobre desechos electrónicos (una compilación de las iniciativas de reciclaje de eWaste de la industria móvil) y ahora este segundo reporte va más en profundidad en todo el panorama del eWaste en América Latina y propone recomendaciones para el desarrollo de políticas públicas.
Estoy de verdad muy orgulloso de haber liderado este trabajo ya que es el estudio que cuenta con las mejores estadísticas sobre basura electrónica a nivel regional (a través de una nueva metodología desarrollada por UNU).
Entre los resultados principales se pueden destacar:
- América Latina produjo el 9% de los residuos electrónicos (e-waste) del mundo durante 2014. Esto equivale a 3.900 kilotones (kt). En los próximos cuatro años el e-waste generado en la región crecerá entre un 5% y un 7% anual, alcanzando casi 4.800kt para 2018.
- Los desechos electrónicos generados por teléfonos móviles representan menos del 0,5% del peso total del e-waste en el mundo y la misma proporción se repite en Latam.
- El promedio de e-waste generado en América Latina durante 2014 fue de 6,6kg por persona, de los cuales apenas 29g provienen de teléfonos móviles.
- La mayor parte de los desechos electrónicos en la región se generan en Brasil y México, que en 2014 produjeron 1.400kt y 1.000kt de e-waste respectivamente debido a sus grandes poblaciones. Los siguen Argentina (292kt), Colombia (252 kt), Venezuela (233 kt), Chile (176 kt) y Perú (147 kt).
También felicitaciones a Romina Cleofé González que se encargó del diseño para que el reporte luzca tan bonito.
Leer
“If librarians were honest, they would say, No one spends time here without being changed…”
Hace ya más de 4 años que no escribo con frecuencia en ningún medio o blog, incluido este espacio, que casi he abandonado (sin embargo, año tras año sigo renovando el dominio pago con esperanza de un cambio). Antes de este periodo, durante más de 5 años escribí de forma diaria y constante cuando estudiaba y trabajaba de periodista. Hoy siento que en mi rol en la GSMA estoy haciendo trabajo con mucho más impacto que el que hacía antes; pero la falta de práctica y la pérdida de costumbre hizo que me cueste horrores sentarme a escribir un post, cuando antes era algo que me salía natural y hasta casi automático con solo hilar un par de ideas juntas.
Sin embargo, pese a haber perdido la costumbre de escribir tan seguido, lo que me tiene feliz es que en este mismo periodo fue cuando más pude leer. Mi frecuencia de lectura aumentó a quizás los niveles más intensos de mi vida y amo haber descubierto tantos nuevos autores y por fin leer tantos clásicos pendientes. Entonces, me deja tranquilo mi laguna de escritura ya que tengo el sentimiento que toda esta lectura cosechará sus frutos en el futuro cuando tenga ganas de volver a escribir más seguido.
Según la Dr Josie Billington, deputy director del Centre for Research into Reading de University of Liverpool, “la lectura puede ofrecer modelos de experiencia más ricos, amplios y complejos, lo cual permite a la gente ver sus propias vidas con una perspectiva y comprensión renovadas“. La doctora investigó mucho cómo impacta la lectura en diferentes enfermedades mentales y encontró muchos beneficios de la lectura en nuestra vida cotidiana: “a las personas que leen les resulta más fácil tomar decisiones, planear y priorizar, y eso se debe a que son más capaces de reconocer que la dificultad y los contratiempos son aspectos inevitables de la vida”. Además, “la investigación demostró que las personas que leen por placer en general reportan menos stress y depresión que los no-lectores” y los lectores “están en promedio más satisfechos con la vida, más felices y es más probable que sientan que las cosas que hacen en la vida valen la pena”. Y también se evidencia un impacto positivo en sentimientos como la empatía ya que la lectura facilita el entendimiento de la perspectiva de los demás y reevaluar los prejuicios.
Por mi experiencia personal, coincido con todo lo que dice la doctora sobre la lectura. Siento que me desestresa, me permite estar durmiendo cada vez mejor (es clave para dormir bien apagar el celular y la tele un rato antes de ir a dormir y terminar el día leyendo al menos unos minutos) y, pese a que creo que debería estar metido en algún master o programa académico (no tengo tiempo lamentablemente), también pienso que estoy ganando conocimientos que, si bien pueden parecer intangibles, van a repercutir de forma positiva en muchos aspectos de mi vida.
Así como yo perdí el hábito de la escritura, sé que igual de fácil es perder el hábito de lectura así que esto lo escribo tan solo para aportar un granito de arena y ver si incentivo a alguien a volver a leer. Y para terminar, les dejo una pequeña y humilde lista de libros que me gustaron mucho estos últimos años. Podría haberme hecho un poco más el sofisticado pero creo que esta es una buena lista de libros que son disfrutables al 100%. Que disfruten:
- Un Hombre – Oriana Falacci
- Por quién doblan las campanas – Ernest Hemingway
- Esto lo cambia todo – Naomi Klein
- La gran caza del tiburón – Hunter S. Thompson
- Nada se opone a la noche – Delphine de Vigan
- Cumbres borrascosas – Emily Bronte
- Un cuarto propio – Virginia Woolf
- Michel Houellebecq – Plataforma
When Apple launched the initial manufacturing of the iPhone, a screen change was suddenly required. 8,000 workers were woken from their dormitories in the middle of the night in China. Within 30 minutes, after being given tea and biscuits, they began an unscheduled 12-hour shift to kick-start the change for the new screens. Foxconn relentlessly ramped up production to 10,000 pieces (a day) after only four days. One Apple executive, as quoted in The New York Times, said “That speed and flexibility is breath taking. There’s no American plant that can match that.” Breath taking speed and flexibility, however, come at a human price, which clearly American workers at that time were not prepared to endure. Yet with a cup of tea and a biscuit, impoverished Chinese workers were all too ready to earn some extra money to help cover basic costs and feed their families.
Gran reporte de Good Electronics que explica la relación entre los fabricantes de smartphones y laptops (generalmente chinos como Foxconn, Flextronics y Jabil ) y las grandes marcas como Apple, HP, Lenovo, Dell, Acer, Asus, LG, etc y todo el proceso de márgenes y costos que genera que los costos laborales directos sean solo 2% del costo de venta de fábrica. Básicamente el reporte (les recomiendo que lo lean porque es corto y directo) explica como un producto de electrónica que tiene un precio de 100 dólares cuando sale de la fábrica tiene un costo de retail de 500 mientras los trabajadores viven en condiciones deplorables tanto a nivel salud como seguridad.
Y ya que estamos, les cuento que murieron 13 trabajadores de leucemia en la fábrica de China que hace los iPhone… tenían entre 19 y 24 años! En Corea del Sur, más de 240 trabajadores de electrónica tienen leucemia y 92 ya murieron. Para ponerlo claro, la gente se está muriendo para hacer nuestros smartphones y computadoras.